20 December 2017 / por Orliana
Desde la Ontología del Lenguaje, Yolin Molina, coach senior de Newfield Consulting nos entrega algunos consejos para aprender a manejar la incertidumbre de estar sin trabajo.
Reconocer nuestros estados emocionales y aprender a transitar por ellos es clave para superar períodos de desempleo. Así lo recomienda Yolin Molina, coach senior de Newfield Consulting y agrega que “si entendemos las emociones como predisposiciones para la acción, también entendemos que algunas de ellas pueden bloquear o abrir posibilidades de hacer algo distinto”. De esta manera, podemos dar una reinterpretación de los hechos, cambiando la forma de abordarlos y mirar el mundo desde otro lugar.
“Se trata de reconocer algunas emociones que habitan nuestro día a día, como son el miedo, la tristeza y la rabia”, comenta Yolin. “Estas emociones pueden estar relacionadas con un estado emocional de resignación o resentimiento tras la pérdida de trabajo y la incertidumbre del futuro. Va a depender de las causas que generaron la cesantía, el cómo me sienta y cómo pueda manejar los tiempos de mi cesantía” refuerza la experta.
¿Cómo podemos transitar de estados emocionales negativos a positivos?
Poniendo foco en la reinterpretación de los hechos. “Si yo trabajo en mi mundo emocional, puedo abordar nuevos espacios de reinvención y emprendimiento que antes no veía como posibilidades. La aceptación de lo que no podemos cambiar y la ambición de alcanzar nuevas metas son formas de avanzar. El aprendizaje transformacional que nos entregan estas herramientas de la ontología del lenguaje nos permiten entender que el proceso es cíclico y que podemos ver posibilidades a medida que se nos van presentando nuevos retos”, comenta Yolin.
Desde una mirada ontológica, el trabajo de la ansiedad, de la frustración y de cualquier otra emoción que nos restrinja las posibilidades de acción, nos lleva a desarrollar competencias conversacionales que nos permiten poner foco en las posibilidades que existen y que antes no veíamos.
“Los resultados se traducen en el poder de nuestras interpretaciones, y ellas a su vez contribuyen a una vida más amable, a mejores relaciones con nosotros mismos y con los demás. Transformar nuestra vida a través de las reinterpretaciones que hacemos es nuestra responsabilidad. La clave está en generar conexiones poderosas que nos permitan la convivencia en un mundo éticamente mejor” finaliza.